jueves, 9 de diciembre de 2010

Vivir sin miedo






Vivir sin miedo

El 25 de noviembre se celebró el día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres, por ello, se llevaron a cabo en distintos puntos de España, diversas actividades que sacan a relucir esta lacra que lamentablemente convive en nuestra sociedad.

Actualmente es notable el aumento de anuncios en televisión y carteles publicitarios que intentan concienciarnos de este problema que sufren cada vez más mujeres, creo que es una buena iniciativa, pero no es suficiente, ya que, son muchas las barreras que impiden poner fin a este tipo de violencia y la justicia que en teoría es nuestra principal arma, en la mayoría de los casos, llega tarde.

Quizá muchos nos preguntamos ¿que está fallando?, y sobre todo ¿porqué lo hacen?, no es fácil de responder, porque para ello tendríamos que comprender qué le lleva al hombre a utilizar la violencia, tanto física como verbal, como un medio para conseguir someter y dominar a la mujer, y es que la violencia de género es ejercida desde muchos ámbitos, laboral, educativo, social, pero es en el doméstico donde presenta su tinte más dramático.

Tal vez, también deberíamos preguntarnos porqué en pleno siglo XXI sigue arraigado en nuestra sociedad, un sistema social patriarcal tan desfasado como obsoleto, a través del cual se van transmitiendo roles machistas que pasan de padres a hijos que no hacen sino frenar el posible avance en igualdad.

El sistema educativo por otro lado, tampoco ha ayudado ha cambiar el concepto de la mujer, sólo hay que remontarse algunos años atrás, cuando en los libros de texto, se ponía de manifiesto la diferencia de roles, el de la mujer, fiel ama de casa y esposa, y si desempeñaba alguna profesión eran tales como enfermera o azafata, frente al médico o piloto que eran profesadas por el hombre.

Todas estas influencias externas (libros de texto, literatura, medios de comunicación…), junto con las internas vividas en el entorno familiar (costumbres, tradiciones, normas de convivencia…) han hecho que a lo largo de los años se vayan asumiendo y diferenciando entre el rol masculino (dominante) frente al rol femenino (sumiso).

Cambiar todo esto es una ardua tarea que depende de gobiernos, justicia, sociedad, familia, pero sobre todo de nosotros mismos, debemos creer que es posible vivir en igualdad, respetarnos y conseguir una sociedad en la que nacer mujer no signifique tener menos oportunidades, ni vivir con miedo, tan sólo vivir.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Made in China



Made in China

El otro día entré en un súper comercio chino, prefiero no acordarme del nombre, a decir verdad, aunque quisiera tampoco podría, y tenía tantas luces de colores encendidas que parecía la portada de la feria de abril de Sevilla, con farolillos incluidos. Deambulando de pasillo en pasillo, entre una gran cantidad de cachivaches de lo más variado y pintoresco, me llamó la atención la habilidad con la que estaban colocados todos los artículos, un verdadero trabajo de chinos, cajas de cartón y Tupper en pirámide, (reconozco que se me pasó por la cabeza coger uno de en medio a ver que pasaba, un curioso dominó “made in china”), también había numerosas alfombras cuidadosamente enrolladas, collares, bolsos… , no me extraña que en ocasiones se hable de la paciencia oriental.

Me parece increíble la proliferación de este tipo de comercios en nuestro país, en nuestras ciudades, ¡que digo! hasta en mi calle hay ni más ni menos que tres locales, yo lo llamaría la colonización china, da la sensación que es como si estuvieran jugando al Monopoly, poseyendo estratégicamente todas las propiedades inmuebles que se van encontrando. Por cierto, ¿alguien conoce la duración de la jornada laboral de un ciudadano chino en estas tiendas?, porque yo nunca veo cuando las abren ni cuando las cierran.
Cuando veo tantas tiendas de este tipo, me acuerdo de los desaparecidos “todo a 100” (pesetas) en los que podías encontrar de todo, pero a diferencia de las tiendas chinas, los que trabajaban allí eran españoles y te entendían sin problemas cuando les preguntabas algo, además tenían bastantes artículos hechos en España.

A veces me pregunto cómo se divierte este numeroso colectivo oriental, porque yo nunca he visto a ninguno en el cine, en el teatro o de bares, bueno, de bares sí, por supuesto, vendiendo rosas (¿quiere una losa?), CDs de música y alguna que otra corona de luces, que varias copas y horas más tarde se dejan lucir preciosas en la cabeza de alguno, reconozco que hay que tener valor para pasarse toda una noche de bar en bar, soportando empujones y personas en pleno proceso de embriaguez.

Hay que destacar su vista empresarial y comercial que en estos tiempos que corren es de alabar, así como su fortaleza para aguantar jornadas laborales maratonianas, en esto último, por suerte, nos diferenciamos bastante, no me imagino a un español sin su ratito del desayuno, sin su cervecita, ni sin sus vacaciones o sus domingos festivos, entonces no se diría que aquí se vive tan bien como se suele decir, aunque dada la situación actual creo que peligra este concepto, en fin, yo diría que las comparaciones son odiosas y que a cada uno lo suyo.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Por la boca muere el pez













Por la boca muere el pez
¿Alguna vez se han preguntado si aquella historia casi increíble que le pasó al amigo de un amigo sería verdad? Yo sí, y es que hay veces que creemos a pies juntillas lo que nos cuentan, simplemente porque le ha pasado al vecino, aunque ni siquiera lo conozcamos, de ahí que nos veamos envueltos en un boca a boca, sin comerlo ni beberlo. Yo creo que todo esto no es más que la necesidad del ser humano por evadirse de la realidad a un mundo de historias cuanto menos extrañas.
Seguro que más de uno conoce la leyenda que afirma que el cuerpo del dibujante Walt Disney fue criogenizado (congelado) o la que asegura que si metemos un trozo de carne en un vaso de Coca-cola se descompone o una que me hace mucha gracia, que decía que el actor que encarnaba al amigo del protagonista en la mítica serie “Aquellos maravillosos años”, terminó convirtiéndose en el “entrañable” cantante Marilyn Manson. Pero la que se lleva la palma con diferencia es la que relataba una escena de zoofilia en una habitación entre una adolescente y su perro, mientras un cantante famoso (sí, Riqui Martín) se escondía en el armario, jeje, esperando salir para sorprender a la chica, todo esto durante el transcurso de un famoso programa de Antena 3 (sí, Sorpresa, Sorpresa), yo todavía recuerdo cuando me lo contaron, hasta me iban a pasar la cinta de vídeo con el programa grabado.
Otro caldo de cultivo en el que las leyendas urbanas proliferan es Internet, a través del correo nos llegan casi a diario cadenas mágicas o supersticiosas en las que te dicen que no borres el mensaje y que lo reenvíes a un número de personas y algo bueno te pasará en las siguientes 24 horas, o sino las cadenas de solidaridad en las que se adjuntan fotos de niños con enfermedades rarísimas que piden tu ayuda, reconozco que éstas dan mucha pena, pero al parecer la mayoría son hoax (bulo en inglés), así que nos hacen dudar de su credibilidad, otras nos hablan de los peligros de tomar ciertos productos alimenticios porque supuestamente contienen elementos nocivos para la salud, sin olvidar las famosas leyendas urbanas cibernautas, algunas de ellas espeluznantes, sobre robo de órganos o contagios de sida, después de una fiesta, sabemos que la noche a veces esconde sus peligros, pero tampoco hay que pasarse.
Lo único que espero, por la parte que me toca, es que mi suerte no dependa de seguir o no una cadena y que mi salud no resulte perjudicada por el consumo de determinados alimentos que según algunos correos resultan dañinos, y que el hecho de perder de vista la copa cuando vamos a una fiesta no suponga la pérdida de un riñón, porque yo ya he roto más de una cadena, ¿y quién no?

No va más












No va más 
            Tengo la impresión de estar entrando en una dimensión desconocida y no es por nada, pero creo que están pasando cosas que bien podrían ser más propias del show de Benny Hill que de un país que se supone desarrollado, lo digo porque el otro día viendo las noticias de la noche me quedé “flipada” con lo que ocurrió en un local de la tercera edad en Palma de Mallorca, y es que había unos viejecitos pasando el rato jugando al bingo cuando de repente, entró la policía y a grito de: “Alto policía, que no se mueva nadie” clausuraron el local y se llevaron la máquina de bingo, me imagino la cara de los abuelitos al quedarse sin su bingo, y la recaudación del día ¡5 euros!, por otro lado la cara de los policías no tuvo que ser muy distinta cuando su inspector les explicaba el operativo policial a llevar a cabo, yo creo que debieron pensar que era una coña, además, seguro que más de uno se debió de acordar de su abuelo y sus partidas de dominó de los domingos, lo mismo hasta se veía entrando en el bar del barrio y fastidiando la partida a los jubilados.
Pero, ¿qué esta pasando?, eso debieron preguntarse los presentes ante tan quijotesca escena, y no es para menos, hasta uno de los jugadores que estaba a punto de cantar bingo aquella tarde terminó en urgencias del susto.
Esta operación digna de “Corrupción en Miami” (serie de culto americana) se debía, ni más ni menos que a una denuncia por parte de las salas de juego de la localidad que alegaban competencia desleal, sinceramente estoy más tranquila de saber que el dinero del contribuyente ayuda a mantener a raya a este tipo de delincuentes, y es que como dicen por ahí Spain is different.
Ser diferentes está bien, tenemos nuestro propio sello de identidad y todo eso,  pero no nos confundamos que como sigamos así vamos a parecer “gilipollas”. Y no es por nada, pero aquí ya todo es posible, lo mismo nos encontramos con atracos a bancos, joyerías, tiendas, y demás establecimientos a cara descubierta, que nos acribillan todos los días con noticias referentes al tema de moda: la corrupción en los ayuntamientos ah!, eso por no hablar de que un día sí y otro también nos recuerdan que aún estamos en crisis, como si se nos olvidara. Y digo yo con la que está cayendo ahí fuera, ¿no es mejor que no centremos en lo verdaderamente importante?, no sé, déjame que piense, delincuencia callejera, seguridad ciudadana, prostitución en plena calle…, vamos si no es mucha molestia.
Afortunadamente, en los últimos días parece que ha vuelto de nuevo la coherencia y todo ha quedado en lo simplemente anecdótico y esta agrupación de jubilados podrá seguir haciendo lo que tantas otras tardes, sentarse alrededor de una mesa y pasar el rato entre cartones y cafés con leche. Yo por mi parte les doy todo mi apoyo y espero que noticias como ésta nos recuerden que España no es sólo un país de pandereta y castañuelas, como piensan en algunos países, sino que existe una gran cantidad de costumbres que forman parte de nuestra riqueza cultural y que a la hora de jugar lo mismo nos comemos en el parchís, que nos picamos jugando al mus que a la brisca, y quién diga lo contrario miente, no obstante cuando queden para echar una partida a lo que sea, vayan con cuidado no sea que reciban una visita desagradable, no estamos solos.